El siglo XIX fue un siglo convulso, se inauguró bajo el influjo de la Revolución Francesa. Con el Antiguo Régimen desterrado, la burguesía consiguió un papel preponderante. Esta clase social inició su andadura con el empuje progresista de quien quiere romper los moldes sociales establecidos y terminó luchando por ocupar los puestos y los privilegios a los que había accedido la nobleza y el clero, sustituyendo de esta forma la aristocracia de sangre por la aristocracia económica.
A toro pasado, los eruditos e historiadores sostienen que, desde el principio se intuía que se impondría la única igualdad que de ella se derivaría: la igualdad de derechos, que no de bienes. Sencillamente, la Revolución no consiguió el ideal que perseguía, el bienestar de todos los ciudadanos.
Cuando Pasteur nació, en 1822, ya habían pasado siete años desde que Napoleón I Bonaparte fuera desterrado por los británicos y uno desde que falleciera en la isla de Santa Elena. Si bien Napoleón tampoco había logrado el éxito esperado en el plano político, había sembrado los principios que marcarían la posterior evolución de la Europa contemporánea. Tras la caída del emperador, Inglaterra, Rusia, Austria, Prusia y Francia trajeron consigo una reorganización geopolítica del continente y la Restauración del Antiguo Régimen (Congreso de Viena, 1815). Este nuevo orden se impuso sin tener en cuenta la opinión pública, lo que dio paso a un fervor nacionalista y liberal que, junto con el desarrollo industrial, provocó el resurgimiento de movimientos revolucionarios (1820, 1830 y 1848), aquellos que inspiraron a Víctor Hugo para escribir “Los Miserables”.
En 1852, previo paso por una nueva República, un golpe de estado y otro plebiscito, Napoléon III instaura el Segundo Imperio Francés, un período que en el campo económico y social resultó más prolífico que a su tío Napoléon I. De entre las muchas obras públicas que emprendió, incluyó la renovación completa de la capital. Practicamente el París que hoy conocemos es fruto de aquello. Esta etapa vio su fin tras la guerra franco-prusiana en 1871, tras la cual los estados germánicos dieron paso a la unificación de Alemania, algo que había sucedido con Italia un año antes. En Francia se instauró la III República, el régimen republicano más importante y longevo (duró hasta la invasión nazi en 1940) entre los que entonces existían en Europa.
En el plano cultural, la literatura y las artes plásticas brillaron con luz propia. Un siglo en el que las inquietudes por los valores estéticos, espirituales y curiosidad por lo desconocido, fueron una clara apuesta por la Ciencia, el denominador común de la cultura europea del siglo XIX.
Fueron los años del triunfo de la ciencia positiva y de la ideología del progreso. El progreso de las ciencias naturales será extraordinario, produciéndose avances espectaculares: Mendeléyev publica la primera tabla periódica de los elementos, Mendel formula las leyes de la genética y Darwin, la teoría de la evolución. Y es aquí, en todo este entramado social, político y cultural donde emerge y se erige de forma imponente la figura de Louis Pasteur.
Línea del tiempo de la vida de Louis Pasteur (solo se ve en PC).
Por Paco Gil @PacoGilBarbate
FUENTES
- http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/contemporanea/SXIX.html
- http://dcpis.upf.edu/~raimundo-viejo/docencia/hmc/HMC2.pdf
- http://www.ecured.cu/index.php/Siglo_XIX
- https://en.wikipedia.org/wiki/France_in_the_long_nineteenth_century
Línea del tiempo de la vida de Louis Pasteur (solo se ve en PC).
Por Paco Gil @PacoGilBarbate
FUENTES
- http://ficus.pntic.mec.es/amoe0013/FILO-II/contemporanea/SXIX.html
- http://dcpis.upf.edu/~raimundo-viejo/docencia/hmc/HMC2.pdf
- http://www.ecured.cu/index.php/Siglo_XIX
- https://en.wikipedia.org/wiki/France_in_the_long_nineteenth_century
El misterio del ácido tartárico >>>
Esta entrada forma parte del especial "Louis Pasteur: la vida antes de la vida". Puedes leerlo también en el Nº1 de Journal of Radical Barbatilo directamente desde aquí o descargarlo:
También puede leer o descargar los demás números de Journal of Radical Barbatilo:
Se agradece la difusión de este trabajo, gratificante a la par que duro, para que llegue al mayor número de personas y contribuya a la tan necesaria transmisión del conocimiento que muchos hacemos simplemente por amor a la ciencia.
Conciso, claro y didáctica exposición.Mi aportación ha sido meramente testimonial pero me ha encantado colaborar en este proyecto. Desde el principio intuí que no debía dejar pasar esta oportunidad que me brindó Jesús (@RadicalBarbatilo) y de inmediato me puse mano a la obra.
ResponderEliminarGracias por contar conmigo y aquí me tienes para lo que necesites
Sois unos cracks, el que falló fue un servidor.
EliminarYo añadiría una entrada sobre el bueno de Juan José Pasteur, padre del ínclito, que fue escapando por el canto de un duro de todas en las que se metió (o lo metieron) hasta tener a su ilustre vástago.
ResponderEliminarPor lo demás, ¡genial!
Desconozco totalmente la vida de ese señor pero ahora me ha dado curiosidad jajaja
EliminarGracias!
Solo nombrar "Los Miserables" ya me tienes incondicional (aunque sea más de un año más tarde xD)
ResponderEliminarHola Dolores! Ando por aquí ahora jaja.
EliminarEn primer lugar, muchas gracias por todos los comentarios y que cosas "antiguas" de mi blog vuelvan a ser visitadas. ¿Cómo que te ha dado por leerlo? Si se puede saber... jaja
En cuanto a lo de "Los Miserables", me parece una gran obra y me considero fan de Víctor Hugo. No sé si has visto alguna vez una imagen que hay de su funeral, toda París en la calle para despedirlo. ¡Qué envidia de nuestros vecinos que cuidan tan bien a sus grandes personalidades! Eso es impensable aquí en España :(
jajajajajaja creo que me habías etiquetado en su momento por Twitter, no sé estaba haciendo limpia de favoritos y mira a dónde he llegado. Yo soy una fan loca de "Los Miserables", tanto del novelón de Víctor Hugo como del musical: ¡me encanta la historia que cuenta y ese engranaje de personajes contextualizados en una época convulsa!
EliminarWho am I? 24601! xD
(Buscaré la imagen de su funeral. Supongo que influye que Hugo era un personajazo no solo a nivel literario sino que anduvo metido en política...
Je m'appelle Jean Valjean, je suis le numéro 24601 jaja
Eliminarjajajajajaja, yo en inglés (aunque me molaría escuchar el musical en francés... y leer la novela en versión original)
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