Primer gol de la Copa Libertadores, obra del jugador de Peñarol Borges. |
Aeropuerto de Estocolmo, 30 de
Junio de 1958. Representantes de la Asociación Uruguaya de Fútbol, así como de
sus equipos más importantes, Peñarol y Nacional, se disponían a retornar a su
país recién acabado el Campeonato del
Mundo de Suecia. Entre otras cosas, hablaban del jovencísimo brasileño que
había deslumbrado al mundo entero brindándole la copa a su país o del francés
Just Fontaine, que aún hoy es el máximo goleador en una sola edición de un
mundial con 13 tantos. Momentos antes de subir al avión, que hacía escala en
París antes de poner rumbo a Uruguay, recordaban atemorizados el fatídico
accidente sufrido por el Manchester United solo cuatro meses atrás.
Uruguay, campeón en las dos
primeras ediciones, no había participado pero el principal motivo del viaje fue
una propuesta: la creación de un campeonato con los clubes campeones de las
principales ligas sudamericanas. Con el Mundial conseguido por Brasil, su
primer Mundial, América empataba a tres con Europa, estaban preparados para
emular a los del otro lado del charco que ya llevaban tres años celebrando su
Copa de Europa, en la que solo el Real Madrid había sido el campeón.
Dos años después, en 1960, lo que empezó siendo una propuesta vio la
luz. En un principio se llamó Copa de Campeones de América y solo participaban
los campeones de sus respectivos países. Más adelante se amplió a subcampeones
hasta hoy, con Brasil y Argentina pudiendo aportar hasta cinco equipos cada
uno. Por ende, el nombre también tuvo que cambiar, llamándose Copa Libertadores
de América, en homenaje a los héroes nacionalistas que lucharon por la
independencia de los países hispanoamericanos.
Peñarol marca la diferencia
Pelé, ganador de dos Libertadores con el Santos, y Spencer, máximo goleador histórico de la competición. |
Como pasara en Europa con el Real
Madrid, Peñarol, club impulsor de este nuevo campeonato, ganó las dos primeras
ediciones (1960 y 1961). Un nombre destacaba en el equipo uruguayo, Alberto
Spencer. El ecuatoriano destacaba entonces y aún resuena en la historia de la
Libertadores, nadie ha batido su marca de 54 goles, y parece que permanecerá
así durante mucho tiempo puesto que ningún jugador en activo ni siquiera se le
acerca.
Tras el doblete de Peñarol
vinieron otros dos dobletes. Primero, el Santos (1962 y 1963) y luego, Independiente
de Avellaneda (1964 y 1965). El Santos de Pelé paseó su magia por el planeta
entero y además sentó las bases de la selección brasileña, coronada campeóna
del mundo otra vez en Chile’62. Ese mismo año, el Santos se convirtió en el
primer equipo de la historia del fútbol en conseguir todos los títulos posibles
en una temporada (además de la citada Libertadores, se hizo con el Campeonato
Paulista, el Campeonato Brasileño y la Intercontinental). Por su parte,
Independiente, en 1964, ganó el entorchado continental de forma invicta.
En aquella época era fácil
retener la Libertadores ya que el ganador de la edición anterior, se
clasificaba directamente a semifinales el próximo año. Peñarol, que había
jugado cuatro de las seis primeras Libertadores, en 1966 marcó de nuevo la
diferencia y logró el desempate con el equipo brasileño y el argentino. De
reojo miraban a Europa: el Real Madrid ya llevaba seis copas de Europa.
La década argentina
Pancho Sá, con seis, es el jugador con más Copas Libertadores de la historia. |
De las doce ediciones que pasaron
desde el año 1967 hasta 1978, hasta en diez ocasiones ganaron equipos
argentinos: Racing (1967), Estudiantes de La Plata (1968-70), Independiente
(1972-1975) y Boca Juniors (1977-78). Entre tanto, Nacional (1971) y Cruzeiro
(1976) fueron los únicos que cortaron esta espectacular racha, que originó una
generación de argentinos que culminó con la victoria de su país en su Mundial
en 1978, con Menotti al mando.
En este período, por primera vez,
un equipo encadenaba tres Libertadores consecutivas o más. En este caso,
aparece el nombre de Francisco Sá, el Gento de las Américas. Ganó los cuatro
campeonatos con Independiente y luego los dos con Boca Juniors, sin embargo, no
formó parte del plantel que ganó en Argentina’78, al igual que ningún jugador
de Boca. Es todavía el jugador que más Libertadores ha ganado.
Independiente se desmarca
Las siete Copa Libertadores de Independiente. |
Hubo que esperar al año 1979, es
decir, a la edición número veinte de la Copa Libertadores, para ver a un
campeón procedente de un país diferente de Uruguay, Brasil y Argentina. El
Olimpia de Asunción, que ya jugó la primera final contra Peñarol en 1960, se
hacía campeón de la América. Lo siguieron Nacional (1980), Flamengo (1981),
Peñarol (su cuarto campeonato ya, 1982) y Gremio (1983).
Argentina, tras una mala
actuación en España’82, volvió a formar un gran bloque, en gran parte con
jugadores provenientes de Independiente (campeón por séptima vez en 1984),
Argentinos Juniors (1985) y River Plate (1986), además de un espectacular
Maradona (que nunca jugó una Libertadores), todos ellos comandados por Bilardo,
excelentísimo jugador de aquél Estudiantes de La Plata tricampeón de la
Libertadores a finales de los 60. Esta amalgama llevó a ganar a la selección
argentina su segundo Mundial en México’86. América 7-6 Europa.
Independiente se convertía así en el único equipo del
mundo en conseguir siete copas como campeón de su continente, superando incluso
al Real Madrid, que se quedó en seis. Esta marca la sostuvo hasta 1998, cuando
el equipo blanco consiguió su tan ansiada ‘Séptima’. Dos años más tarde, en 2000,
cayó la ‘Octava’; en 2002, la ‘Novena’ y ya en 2014, la ‘Décima’, destrozando
todos los registros habidos y por haber en la historia del fútbol. Volviendo a
Independiente, sigue siendo el equipo con más Copas Libertadores. A día de hoy,
parece más probable que Boca Juniors lo iguale o lo supere que conseguir una
‘Octava’, pero eso será en la siguiente entrada.
By @JGilMunoz
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