Como colofón al décimo aniversario de Radical Barbatilo he publicado un libro en el que recopilo muchos de los artículos que he escrito durante este tiempo, una especie de bitácora del último cuarto de mi vida. Algún día el blog desaparecerá, así que la mejor manera de preservar este legado es a través del papel. Como gesto de agradecimiento, las pocas copias que he imprimido las regalaré a aquellos que me han acompañado durante esta maravillosa etapa y a los que, de alguna u otra manera, me pusieron en la senda de la divulgación científica. No obstante, para quien esté interesado, se puede DESCARGAR de manera gratuita. Es una obra registrada en Safe Creative y con licencia Creative Commons BY-NC-SA 4.0 .
Si preguntas a cualquier científico o científica, te dirá que una tesis doctoral es el primer gran proyecto de investigación serio de su vida. Un viaje largo, lleno de dudas, errores y aprendizajes. Para la mayoría, la tesis es un entrenamiento para luego hacer ciencia “de verdad”. Este artículo tiene su versión en audio en el Episodio 8 del Podcast Radical Barbatilo , a partir del 3:05. Ahora bien, ¿te imaginas que ese primer trabajo fuese tan revolucionario que cambiase la historia del conocimiento? ¿Tan profundo que, unos años después, recibieras un Premio Nobel por él? Eso ha ocurrido. Muy pocas veces, sí, pero ha ocurrido. Y esas historias, en las que la juventud y la ciencia se cruzan, nos dejan un retrato emocionante de lo que significa la creatividad, la intuición y, también, el golpe de suerte. Vamos a viajar por esas biografías singulares: las de Marie Curie, Louis de Broglie, Carl Anderson y algunos otros. Jóvenes que, en su tesis, ya habían encendido una chispa ...